Y he aquí la segunda parte de ese viaje que me llevó a cruzar el mar que separa Tenerife de Gran Canaria, días después de aquel tan aparentemente rápido y lujoso. En esta ocasión, porque el horario me cuadraba y (fundamentalmente) el precio del billete es tres veces menor que el Fred. Olsen, cogí el buque de Naviera Armas. Leer más