Gay por aquí, gay por allá (I)

Parece que cuanto más avanza el tiempo, más parece importarle a la gente si éste o aquél es homosexual. Es cierto que la sociedad avanza, y nadie va corriendo detrás de los maricones a tirarles piedras o a prenderles fuego. Pero no es menos cierto que esto es también síntoma de que la “chismosidad” aumenta alarmantemente como los ‘malayos’ por todo el país.

Yo siempre he escuchado que al menos el 90% de los gays son aquellos quienes las plumas sólo las tienen en la almohada. Y eso que la gente no para de angustiarse por que cada vez más notan a gente así revolotear a su alrededor. Señalar a los amanerados es fácil, a pesar de lo que digan los antiprejuiciosos. Es como si alguien es alto o gordo, que se ve a simple vista, y es lo que hay. Aunque luego hay algún plumífero que tiende a hacer ver que está liado con una chica. O bien trata de disimular algo imposible, o bien son pareja de verdad pero el chaval está bajo los efectos de una atrofia cerebral, y tiende a confundir carne con pescado.

Elton John nunca ha ocultado ser fan de las Spice Girls. Entre otras cosas…

Durante muchos años el color rosa se ha identificado con el gusto femenino, de ahí que los hombres (fundamentalmente en su vertiente machote) siempre lo hayan aborrecido. Ahora, de buenas a primera, alguien ‘guay’ comenzó a vestirse de colorín día sí, día también, y ahora todos los fashion victim y los coyos / harcoritos más apreciados quieren imitarlo y no pueden salir de casa sin llevar nada rosa. ¡Qué mundo más contradictorio!

Otro seña de identidad gay son los gustos musicales. Está comprobado que gran parte del mundo homosexual está ligado al pop comercial: Britney Spears, Madonna, Jessica Simpson, Fangoria, Soraya Arnelas… y que canciones como I will survive y A quién le importa se han constituído como sus himnos de salvaguarda. Por ejemplo, qué de veces no he dicho yo que todos los fans de las Spice Girls somos gays hasta que se demuestre lo contrario (pasa lo contrario que en el mundo “real”). Al principio no quería reconocerlo, porque odio esta clase de tópicos. Pero ya es harto comprobado, con la de gente así que me he topado. No sé si será porque los homosexuales quieren sentirse divas como sus artistas favoritas. Realmente, no lo sé. La Psicología es una de mis carreras pendientes.

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