¡Cómo está la zona alta de Las Palmas de Gran Canaria! Cualquier tormentilla se siente casi como un huracán caribeño, porque la buena caída del agua se lleva por delante hasta los muros de retención. Es el caso que nos lleva al barrio de Schamann, concretamente en ese punto que parece no dejar ser centro de la convulsión. Pero esta vez no hay pruebas de que la ex-alcaldesa y su equipo popular, tras permitir la construcción de unas torres que arruinan el panorama marino del puerto, también sean culpables de esta otra desdicha.
Las fuertes lluvias que cayeron hace dos semanas agravaron el problema de este muro, que se encuentra en la calle Obispo Romo (vamos, enfilando Schamann p’arriba). Si mi memoria histórica no me falla, recuerdo que desde hace mucho ha habido una brecha considerable en la acera, en la que una parte permanecía recta mientras la otra se hundía. Este movimiento contrapuesto suponía la pérdida de relleno bajo la acera, y así se ha constatado con las presentes obras, una vez aumentado el desplazamiento en 25 centímetros tras el incidente.
Y ahí están las excavaciones, ilustradas anteriormente, con las que se pretende saber el estado de los tensores de refuerzo del muro. Según el informe, se procederá a una obra más ptolemaica o no. Así que de momento tendrán que coger la “30” en Pedro Infinito para ir al Mercado de Altavista. No está la cosa como para acabar arrastrados hacia el Barranquillo de Don Zoilo sin coger antes las curvas de rigor.